martes, 14 de septiembre de 2010

La visera antivaho

Parece una gilipollez pero es una pieza fundamental de tu equipo cuando el invierno hace acto de presencia.




Tuve un amigo en la universidad llamado Miguel Angel Mogio. Era muy aficionado al submarinismo y nos deleitaba con las historias de sus inmersiones , recuerdo una anécdota que se puede aplicar a este caso y que no se me olvidará nunca.  había contratado un viaje al mar Rojo , verdadero paraiso del submarinismo según contaba él. Nos contó que de las cuatro inmersiones que hicieron , por una torpeza suya había desperdiciado la primera.

Según contaba , cuando una se va a sumergir , dentro del largo ritual y protocolo de seguridad hay una operación que garantiza que las gafas de buceo no se empañen. hay que coger las gafas y echarle un escupitajo de saliva en el interior, se frota toda la parte de dentro de las gafas con los dedos para distribuir la saliba por el cristal de las gafas y luego se aclara con agua de mar. Dijo que a él se le olvidó y se pasó toda la inmersión con las gafas empañadas. Dijo que no se le olvidaría nunca que una chorrada como esa le impidió disfrutar de los mil peces de colorines , estrellas de mar , caballitos y mil bichitos que solo se veian allí y que quizás nunca tendría la oportunidad de volver a ver.



El problema que se te empañen la visera del casco yendo en moto no es que te vayas a perder las chavalas en minifalda que van por la acera ni los mil colorines de los coches. El problema es que si no ves bien en un vehículo que circula a 120 km/h te vas jugando la vida.

Por eso yo recomiendo encarecidamente no descuidarse en invierno y mantenerse al tanto de este punto.

En el mercado hay láminas de plastico transparente que se ajustan a la pantalla del casco por dentro y que impiden que se empañe.


Otro truco que dicen los viejos moteros es pasar una patata cortada por la visera del casco , pero yo siempre que lo he intentado se ha quedado la visera hecha una mierda y se ve por ella menos que estando empañada.

Lo que si he conseguido que funcione es la gota de gel de baño o jabón de manos. te echas en eld edo una gotita de gel y la distribuyes por el interior de la pantalla del casco. Tienes que distribuirla muy bien de forma que quede una delgadísima capa de jabón por el interior de la visera. la primera vez queda hecho un asco pero con un poco de práctica se acaba distribuyéndola muy uniformemente de forma que queda totalmente transparente y no se nota nada. Y por supuesto no se empaña con el vaho que sale de nuestra jodía nariz. El problema es que a poco que toques la pantalla con los dedos o con los guantes se queda la marca y esa marca si que se empaña.

Yo tengo una facultad especial para después de haberme tirado media hora en el baño poniendo la capita de jabón , que no se por que cojones siempre me sale a la tercera teniendo que lavar la visera las dos primeras veces para volver a empezar con otra gotita; de una vez que está el trabajo perfectamente hecho , tomarme el café y al bajar en el ascensor para irme a currar darme cuenta que con las prisas he metido los guantes dentro del casco y estos han tocado la parte de dentro de la visera arruinando mi capita de jabón.

Al final he optado por comprarme la visera antivaho de plástico.



Recuerdo que en el 2005 estuve en pinguinos en plena ola de frio siberiana.
Me fui yo solo al cruzárseme los cables en la cabeza.
Ese año hizo mucho frio en valladolid. Al salir de Madrid a media mañana del viernes para ir hacia allí hasta llegar al puerto de los leones aunque la temperatura era baja el sol brillaba en el cielo. Pero una vez salí del puerto a la vertiente segoviana la cosa estaba más fea. Había una especie de niebla que llegaba hasta el campamento pinguinero en pucela. Llegue al último oasis de motociclismo que estaría a unos 15 km de la zona de acampada helado pero relativamente bien.No sentía los dedos de las manos , ni los dedos de los pies pero la polla y los cojones aun mantenían el riego sanguineo, estando esa parte de mi anatomía en perfecto estado de funcionamiento la situación era soportable. Aun recuerdo como otros moteros se partían de risa al verme cuando me dieron un caldito en el oasis y con la tiritona que tenía se me caia por todos lados y no me lo podía beber.
la cuestión es que el sábado por la noche se me cruzaron los cables y decidí volverme a Madrid. Serían las 8 de la tarde cuando me puse a recoger y prepararme para irme. Un grupo de portugueses bastante más veteranos que yo que estaban acampados a mi lado me dijeron que no lo hiciese , que no era una buena idea. Yo como soy el bicho mas chulo y con más cojones de todo Madrid no les hice ni puto caso, y así me fue.
Al salir del campamento me encontré las carreteras completamente congeladas. La jodía niebla de la mañana había mojado el asfalto y con la bajada de temperaturas de la noche esta se había congelado. No podía ir demasiado rápido , nada de 120, como mucho tendría que ir a 80 o 70 km/h para no irme al suelo en la primera curva. Pero la realidad fué que no pude pasar de 30 Km/h hasta que llegué a la N-VI.
Y no creais que fué por el frio en el cuerpo ni por el hielo del suelo. Debajo de mi chaqueta Dainese de gore-tex me había puesto nosecuantos jerseys , llevaba 3 pares de calcetines debajo de las botas y a la moto le había puesto unas manoplas cubremanetas de cuero que llevaba en el equipaje y que garantizaban que mis dedos no se congelasen. la culpa de no poder pasar de los 30 Km/h la tuvo la jodía visera del casco.
Como no puse ningúna solución al problema de empañarse tenía que llevar la visera un par de dedos abierta para que el aire se llevase el vaho , técnica que había utilizado el dia anterior para ir y que aunque me dejaba la cara helada por lo menos me permitía conducir. Además ya se sabe lo bueno que es el frio para el cutis , si lo mismo acababa mas guapo de lo que había salido de Madrid.

Pero por la noche la cosa se puso muchísimo mas jodida. El aguilla de la niebla se pagaba en la parte de fuera y de dentro de la visera y con el aire se congelaba en cuestión de segundos. Se formaba una costra de hielo de un milímetro de grosor a ambos lados que no me dejaba ver nada. Si intentaba quitarla con los dedos en marcha era imposible ya que estaba solidificada y totalmente soldada al plástico de la visera.
Si hubiese podido cerrar la visera del todo al no ser la temperatura del interior del casco tan baja dicha aguilla no hubiese formado esa capa de hielo con tanta facilidad. Al llevarla abierta en un minuto se mojaba por ambos lados y enseguida se congelaba de nuevo impidiéndome la visión. Pero en el momento que cerraba la visera bastaban dos o tres respiraciones para empañarla completamente y no ver un pimiento.

Tenía que parar cada 5 kilómetros en el arcen ,quitarme el casco , poner la visera pegada al tubo de escape y acelerar. Los gases calientes que salían del motor derretían el hielo y ya podía pasarle un trapito para limpiarla un poco. De paso los gases de escape se impregnaban en el forro de mi casco dejando este con un agradable olor a rosas de la pradera que hacía el deleite de mi pituitaría cuando me lo volvía a poner. Suerte que al poco tiempo los mocos de mi nariz se congelaron dentro de esta privándome de tan agradable sensación.
Aun así encuanto me volvía a poner en movimiento , en menos de un minuto se empezaba a formar de nuevo la maldita costra de hielo , que dicho sea de paso se hacía completamente opaca.
La verdad es que los pocos moteros que me vieron se pararon a preguntar si estaba todo bien. Yo les contaba muy sonriente que se trataba de un pequeño problemita con la visera y que tenía una técnica que lo solucionaba todo , que no se preocupasen , aunque la verdad es que las estaba pasando canutas. En estas situaciones no te puedes derrumbar , no se te puede ir la olla. Sonries y continuas hacia delante.

Los 5 kilómetros los hacía casi a ciegas y sin pasar de 30 Km/h , por lo menos si me espanzurraba con algo sería despacito y no me mataría. Este calvario no podía durar eternamente , sabia que aunque fuese pisando huevos tarde o temprano saldría de esa puta nube de hielo que cubría la provincia de Valladolid
La verdad es que empañada o congelada , en los tramos en movimiento no veía un carajo. Por los dos dedos abiertos entre la visera y la mentonera conseguía ver malamente la linea blanca del arcen pintada en el suelo y esa era mi guía . Intentaba ir pegadito a ella y despacito. Tenía la certeza de que esta seguía fielmente la carretera y si me mantenía a escasos centímetros a la izquierda de esta no acabaría saliendome del asfalto. De vez en cuando levantaba la vista para ver si veía las luces rojas de posición de algún coche y asi darme tiempo a soltar el acelerador y no espanzurrarme contra él, aunque era raro que alguno circulase más despacio que yo.
Recuerdo que pensaba que como a algún coche se le hubiese ocurrido parar y no poner las luces de emergencia me iba a pegar una hostía contra el que iba a aparecer en plancha en el capó después atravesar los parabrisas delantero y trasero. la Fazer quedaría incrustada en la parte trasera acordenoando el maletero del coche buscando una nueva estética. gracias a Dios hubo suerte y no me encontre con ningún obstaculo no luminoso en mi penoso trayecto.
Tardé mas de 4 horas en hacer los 80 km que separan Valladolid de San Chidrian , lugar donde se fue levantando un poco la niebla y ya pude ir subiendo de velocidad.
Fue un autentico suplicio , y todo debido a carecer de algún sistema de antivaho. tenía que haber parado en algún bar y haber impregnado el interior de la visera con jabón , pero a mi cuando se me enfría el cerebro me funciona mal. Ya de por si no funciona muy bien pero en estas situaciones ni siquera podía pensar. Me aferré a mi mierda de técnica suicida con la esperanza de ir puliendo kilómetros poco a poco. Fue realmente duro , no por el frio sino por el miedo a estrellarme pero la verdad es que salí de allí , de mala manera pero salí.
Así que ya sabes , pon aqui la rima que te salga de los cojones porque a mi no se me ocurre ninguna y mete en tu equipación de invierno una pantalla antivaho.

lunes, 6 de septiembre de 2010

La vieja escuela de los 2 tiempos de carretera.

Y allí empezó todo. Muchos moteros actuales aprendimos con aquellas motos y aquellos motores , que dicho sea de paso, ya no existen. Permitdme que os cuente.



Eran otros tiempos. Los motores de dos tiempos acabaron desapareciendo. No cumplian con la normativa anticontaminante que empezaba a llegar de Europa. Requería el triple de mantenimiento que otro de cuatro tiempos con la misma cilindrada. Eran mucho más ruidosos y chillones que los motores actuales. Eran mas artesanos , mas de diseño meticuloso, llevados mucho mas al límite, exprimidos al máximo en su diseño para dar la máxima potencia con mucha menor cilindrada. Y efectivamente tenían bastante menor cilindrada que los actuales. Cubicajes de 50 , 80 y 125 Cm3 eran los habituales.

 Fabricar un escape para un dos tiempos era una taréa solo para los físicos mas avanzados. Tenía que tener panzas y zonas estrechas para que la resonancia de los gases de escape vaciase la cámara de combustión. Eran motores delicados que había que dejar muy finos. Cualquier descompensación mecánica les dejaba sin funcionar.

Los de las motos deportivas llevaban válvulas de escape que intentaban hacer la curva de potencia un poco mas plana y megacarburadores sobredimensionados que solo funcionaban bien en altas vueltas y que eran imposibles de poner a punto.

En España y en Europa éramos unos expertos haciéndolos. Me refiero a los monocilíndricos deportivos de dos tiempos de 80 y 125 centímetros cúbicos. las grandes motos eran europeas, los japoneses tan solo tenían una mera presencia testimonial en esta categoría.

Eran las Derbys GPR 80  que arrasaban a las Honda NSR 75 y a las YAMAHA TZR 80.

Eran las motos de los chavales , de los que empezábamos. Entonces existía el campeonato del mundo de 80 c.c.

En 125 si que no había color. las Cagiva freccia de 125 con siete marchas , la Gilera SP01  que parecía una moto de gran premio, la Aprilia futura de 125 y otras mas de las que ya no me acuerdo. Fue el comienzo de una tendencia y que dicho sea de paso se gestó aqui , en Europa. Se metían motores de 125 cm3 ultrapretados en chasis de aluminio como Dios manda. Asi se obtenía un peso muy contenido y una moto muy agil con los motores que había en aquel entonces. Era el comienzo de las deportivas.

Pero lo que nunca olvidaré es de la sensación de aprender a montar en moto encima de estas máquinas. El dos tiempos era la esencia del motoclismo. Requerían una técnica especial, una técnica que no se puede usar en la alta cilindrada. De 100 caballos para arriba las cosas se hacen de diferente manera. Importa mas la capacidad de recuperación que la potencia punta.
 Había que saber llevar esos rabiosos motores de dos tiempos y baja cilindrada. Eso si que era la excelencia montando en moto, apurar 12 caballos de una 80 Cm3 hasta el límite y sacarle toda su capacidad de empuje. Aprender a llevarlos requería un tiempo de aprendizaje y una práctica mucho mas larga y complicada que cualquier moto de hoy en día.

Salir a echar un pique con los amigos con una moto de 80 cm3 requería de una técnica y una práctica que poco tienen que ver con la conducción de una moto moderna.

A principios de los 90 tenía un grupo de amigos con motos de 80 y cada domingo subiamos y bajábamos el puerto de los leones como si fuese un circuito. De San Rafael a Guadrrama y al reves.

Aqui os dejo otra foto de la honda NSR 75. la más acerrima enemiga de la Derbi GPR.

Las motos de aquella época andaban , pero solo en una estrecha franja del cuentavueltas. tenían dos o tresmil revoluciones útiles donde el motor empujaba de verdad, donde rendía esos 10 o 12 caballos de los que hablo ( las 125 rendían hasta casi 30 caballos pero tenían el mismo problema , era en una estrecha franja de cuentavueltas.) .En cuanto la aguja del cuentavueltas bajaba de esa zona de giro del motor la pontenciá caia de una forma abrupta y la moto se quedaba parada. Por mucho que abruieses el gas inmediatamente , una vez salido de la zona de potencia , este no se recuperaba ni a tiros.

 Tenías que ser capaz de mantener la aguja del tacómetro en esa franja de revoluciones durante toda la subida al puerto. Bajar de ahí en el cuentavueltas por cualquier circunstancia era que te pasasen en un segundo dos o tres motos.

Volver a recuperar un motor que había caido de vueltas requería un uso en plan ametralladora del cambio. había que bajar marchas a toda leche , soltar el embrague de golpe pero sin brusquedad en la marcha adecuada , abrir gas a fondo en esa marcha corta que habías metido para que el cuentavueltas volviese a subir como una flecha a la zona alta del tacómetro y empezar a subir marchas con mucho tiento hasta encontrarte otra vez en 6 a 120.

Había que ir muy fino con el motor , pero solo con eso lo que hacías era seguir al grupo , para llegar a los puestos de cabeza había también que saber usar el chasis.  Como todas las motos andaban mas o menos lo mismo la única forma que había de pasar a alguien era saliendo de su rebufo. Durante la recta te tenias que colocar muy pegadito al que tenías delante para aprovechar su estela aerodinamica , ese cono que se genera detrás de ti cuando vas en moto a alta velocidad es menos "denso" que el aire de alrededor y si vas dentro de uno ganas un pelín de velocidad punta.. Solo lo conseguías si eras capaz de mantener el motro chillando en la zona roja en la marcha mas larga que se pudiese utilizar. Si ponías una mas larga el motor se aogaba y se venía abajo , si ponías una mas corta revolucionabas a tope pero el de delante se te despegaba y perdias su rebufo. La oportunidad de pasarle había desaparecido.

 Otra foto de la Yamaha TZR era la tercera en discordia. Andaba un poco menos que las otras dos pero era la mas moto y la mas fiable.venía sin carenado de fábrica pero podías adaptarle uno de la industria auxiliar y quedaba superchula. Era la mas moto de todas pero el motor también era el menos potente.

Una vez estabas detrás a pocos centímetros tarde o temprano se acababa la recta  llegaba una curva. Justo antes podías salirte y aprovechar esa velocidad extra que te daba el salir lanzado porque tenías menos resistencia al aire y habías conseguido llevar el motor gracias a esta ventaja 100 o 200 rpm mas lejos que el de delante. Esta técnica te daba la capacidad de salirte del rebufo y ponerte en paralelo con el , pero no llegaba mucho más allá ya que al salir de la estela la fuerza de rozamiento del aire volvía a igualarse y esa 200 rpm de más caían enseguida , aunque durasen el par de segundos necesarios para ponerte a la par.

Pero consumar el adelantamiento requería de una buena apurada de frenada.

Debías frenar unas décimas de segundo mas tarde que el que estabas intentando adelantar para acabar de pasarle antes de la curva.Jugabas con ese margen de seguridad que los moteros llamamos el límite. había que acercarse lo máximo a el sin llegar a sobrepasarlo.Tenías que frenar como un poseso con los dos frenos a piñón, unas milésimas antes el de detras para bajar la parte trasera  y justo despues con el de delante a fondo, hundiendo la suspensión delantera a fondo pero sin salir por orejas ni perder la aderencia del neumático delantero. Los chasis no son como los de ahora y las motos se retorcían y saltaban como posesas.

La curva solo podía trazarse por una linea imaginaria exacta. había que ser capaz de llegar a ella con la moto por delante. Si todas las maniobras anteriores las habías hecho correctamente habrías conseguido adelantar el morro y te encontrabas en posición privilegiada para trazar. Además el que acababas de adelantar se había dado cuenta de golpe y porrazo que alguien salido de la nada (porque todo esto pasaba en un segundo) se había colocado delante de el y te dejaba trazar sin hacer el bestia , es decir aflojaba un pelin el gas para trazar detrás de ti y no en paralelo donde sería mucho más peligroso.
Pero si lo piensas despacio ahora era él el que se encontraba detrás de ti a la salida de la curva y era tu rebufo el que le era favorable para acelerar y ejecutar la misma maniobra que le habías hecho tu a él en la recta anterior.

Era el juego de los rebufos , de llevar los motores en su zona de máxima potencia, motores de 80 cm3 y de dos tiempos.de adelantar a alguien por ser capaz de sacarle un infinitesimal más a su moto gracias a las circunstancias exactas de cada situación que debían calcularse en tiempo real.

Así una curva , y después otra , y así todo el puerto , primero de subida a 80-90 km/h y luego de bajada a 120-130. Cinco o seis veces pasábamos el puerto en una mañana cada domingo.